Miscelánea

Veciños ilustres:

JULIÁN BESTEIRO FERNÁNDEZ

Achegas de

Xosé María Gómez Vilabella

Nesta ocasión non vou ser o relator, senón un simple transmisor; por tanto, non son meus os datos nin as ideas, pero, o que si afirmo e sosteño é que, pertencendo nós ao antigo Condado de Chamoso, con cabeceira no castelo de Castroverde, segundo é público e notorio, temos a obriga moral, ou cultural, segundo se prefira, de coñecer aos veciños ilustres nativos e/ou procedentes desta bisbarra.

A achega que vou incorporar versa sobre Julián Besteiro Fernández, e é da autoría de D. Amador Rego Villar-Amor, quen aparece na seguinte fotografía ao pé dun busto do precitado Besteiro Fernández. Esta disertación deuna o señor Rego Villar-Amor o pasado 19-11-2007, en Punto Radio Ourense, FM 89,9


Dixo:

Hoy quisiera hablar de una persona que admiro profundamente y le tengo un gran respeto, y es un gran desconocido. Es un gallego ilustre Julián Besteiro Fernández, que nace en Lugo (Santa María de Franqueán) el día 21 de Septiembre de 1.870. A los pocos días sus padres se marchan para Madrid y allí es inscrito como nacido. Profesor en el Instituto de Orense desde septiembre de 1.897 hasta diciembre de 1.898; por todo ello le tocó vivir en nuestra ciudad el desastre histórico de 1.898. En 1.912 se casa con Dolores Cebrián y gana la cátedra de Lógica en la Universidad de Madrid.

Forma parte de la UGT y del Partido Socialista; pasa a ocupar la presidencia de ambas formaciones, en diciembre de 1.925, a la muerte de otro gallego, Pablo Iglesias Pose. En febrero de 1.931 deja por voluntad propia las dos presidencias. Con la llegada de la 2ª República es nombrado Presidente de las Cortes por 363 votos de un total de 372. Cuando estalla la guerra civil en 1.936, algo que había pronosticado 5 años antes, para luego decir meses después: “La verdad real estamos derrotados por nuestras propias culpas. Claro que el hacer mías estas culpas es pura retórica. Estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique, que es la aberración política más grande que han conocido los siglos”. Setenta años más tarde se confirman con total plenitud sus palabras.

Pero volviendo atrás quiero decir que es una de las figuras más populares y respetadas de la 2ª República, pero a pesar de ello es el más grande de los olvidados de la última experiencia republicana. Un hombre que ha sabido compaginar como nadie su pasión por la libertad y de una manera muy especial y ejemplar por la Ética; esto quiero resaltarlo bien.

Volviendo al tema del inicio de la guerra civil, rechaza toda clase de razones y argumentos para abandonar Madrid; solamente abandona Madrid en mayo de 1.937 para asistir a la coronación de Jorge VI, en Londres, en representación de España, y aprovecha la ocasión para tratar de buscar la paz en Londres, y luego también a su paso por París, regresando a Madrid sin poder conseguirlo. Pero ante la contumaz insistencia de que abandone Madrid, dice lo siguiente: “Me quedo con los míos, correré la misma suerte que este pueblo sin igual, tan grande en el sacrificio. La gran mayoría de las masas numerosas no podrán salir, y yo que he vivido siempre con los obreros, con ellos seguiré y con ellos me quedo; lo que sea de ellos, será lo mío”.

Cuando entran las tropas de Franco en Madrid, el 28 de marzo de 1.939, es detenido en los sótanos del Ministerio de Hacienda, y en una alocución al pueblo de Madrid dice: “Salgan al encuentro de los vencedores con los brazos abiertos en señal de paz y reconciliación”. Otros tratan de huir de Madrid, tratando de alargar la guerra, pensando en unirla con la Mundial que se avecinaba, llevando consigo todo lo que encuentran.

Besteiro es detenido y juzgado en la Sala de Oficiales Generales en consejo de guerra, en la primera semana de julio de 1.939. El fiscal Felipe Acedo Colunga, que había sido alumno de él, pide la pena de muerte, pero el tribunal lo condenó a 30 años. Cumple condena en el Monasterio de Dueñas y el 28 de agosto es conducido a la cárcel de Carmona. Muere en unas condiciones inhumanas, el 27 de septiembre de 1.940, recién cumplidos los 70 años, a la misma edad que su maestro Nicolás Salmerón, tercer presidente de la primera república, que renuncia a su cargo por no firmar una pena de muerte en septiembre de 1.873. Cuando Besteiro murió, estaba traduciendo al castellano una obra del teólogo alemán Karl Adam; su título era “Cristo nuestro hermano”. Antes de morir, el general Varela y otros más le piden a Franco que, dado el estado de salud de Besteiro, lo deje morir en su casa, pero Franco no accede a este humanitario ruego.

En el juicio hay un testigo de excepción, que era Jhon Kennedy, con 22 años, el que fué Presidente 22 años más tarde, en 1.961, en conversación en la ONU con nuestro embajador José Félix de Lequerica, le dice a este que la defensa de Besteiro le había parecido excelente. La defensa corre a cargo de un joven abogado, decano de los defensores militares, Ignacio Arenillas de Chaves, Marqués de Gracia Real; tenía entonces 28 años; una persona excepcional en lo humano, jurídico y literario. Era de Ledesma, Salamanca (1.911-1.972)

Etc., etc.

Nota adicional de Gómez Vilabella: Eu mesmo, persoalmente, téñolle oído ao polifacético D. Manuel de Rivas Reija (a súa viúva vive actualmente en Fonteita, que é precisamente onde foi enterrado o Sr. Rivas), que lle constaba o nacemento de D. Julián no lugar de Franqueán; que el coñecía persoalmente a casa natal do mesmo, e que incluso tratara á “parteira” de tan ilustre natalicio, unha tal señora Apolonia… Os pais do neno, ao parecer de ascendencia xudía, regresaron rapidamente a Madrid, no seu carriño de cabalos, -segundo a mesma Apolonia, explicaba Rivas-, ¡para que o neno fose rexistrado como nado en Madrid, evitándolle o entón considerado demérito de ter nacido en Galicia!