Comunidad de Montes de Teis, polo de custodia del territorio
Fecha de creación:
Viernes, 11 Agosto, 2017
A Madroa es el espacio de la Comunidad de Montes de Teis, un monte periurbano del municipio de Vigo con 50 ha sujeto a una fórmula comunitaria de propiedad y gestión, llamada "monte en man común" . Son 2.800 comunidades de montes las que gestionan 700.000 ha de territorio, lo que equivale a la cuarta parte del territorio de Galicia.
Recientemente en Teis han adoptado la custodia del territorio para establecer acuerdos con propietarios de fincas colindantes a su monte y expandir así su modelo de gestión en favor de la recuperación del bosque autóctono. Nos lo cuenta Alfonso Pazos, ingeniero forestal y tesorero de la Comunidad de Montes de Teis.
Teis, al igual que muchos otros montes gallegos, fue plantado a mediados del pasado siglo con pinos (P. pinaster y P. radiata) principalmente. Orográficamente se caracteriza por ser una meseta rodeada de laderas con considerable pendiente. Climatológicamente está enmarcado en el benigno clima atlántico de las Rías Baixas. Cabe destacar la gran carga social de la zona, una carismática área de esparcimiento de Vigo, la mayor ciudad gallega, así como las numerosas infraestructuras que soporta: autopista, carreteras, tendidos de alta tensión, un zoológico, dotaciones deportivas, etc.
La Comunidad de Montes de Teis se constituyó hace 20 años en un monte que entonces estaba cubierto por una masa de pinos, con el turno de tala pasado y con numerosos parches de pies secos. Además, en toda la zona proliferaban varias especies invasoras, sobre todo la acacia negra (Acacia melanoxylon).“La historia reciente de los montes comunales, pasa por la gran repoblación forestal de la postguerra, donde se impone un cambio de usos tradicionales, por un uso de producción forestalista, se plantan pinos en zonas donde había un aprovechamiento silvopastoral tradicional y el Estado, a través del antiguo ICONA, gestiona los montes, incluidos los comunales” comenta Alfonso Pazos.
Con el paso de los años y la creación de las comunidades autónomas, muchos de los montes comunales acabaron siendo gestionados por los ayuntamientos, salvo en los casos en los que los vecinos se unían para reclamar el monte como comunal al Tribunal provincial de montes comunales en man común y éste lo reconocía como tal.
Alfonso continúa diciendo que “en el caso de Teis existía un abandono y desconocimiento del monte por parte de los vecinos. Sin embargo, cuando se realizó la obra de la autopista, los vecinos se unieron y comenzaron a interesarse por el monte. Sorprendentemente descubrimos en aquel momento que ya estaba declarado por el Tribunal como comunal, por iniciativa de una persona individual que ni siquiera era vecino, y que discretamente se aprovechaba del monte para su beneficio propio.Una vez fue convencido de que nos entregase la sentencia de clasificación del monte como vecinal en man común, nació la actual Comunidad de Montes de Teis”.
“Los miembros de la Comunidad acordamos en una asamblea cambiar esta situación y trabajar para restaurar el bosque nativo, buscando incrementar la biodiversidad y la calidad ambiental. Priorizamos en todo el monte la conservación de la naturaleza como objetivo principal. Alcanzamos el acuerdo de reinvertir la totalidad de la renta potencial de la Comunidad para lograr estos fines. Dicha renta se consigue con acciones realizadas anualmente en áreas estratégicas del monte, a la vez que se cosecha una porción de cultivo forestal, a lo cual se suma el alquiler de un bar ubicado en la zona de esparcimiento, todo ello genera varios puestos de trabajo, que, en la medida posible, repercuten también en el desarrollo socioeconómico local” explica Alfonso.
La piedra angular de cualquier comunidad de montes en man común pasa por la calidad de la gobernanza propia a través de la asamblea de comuneros y de la Junta rectora, algo extensible a otro tipos de comunales. No obstante se da la circunstancia que, a diferencia de Portugal, en el Estado español no existe aún una figura legal de propiedad que claramente se corresponda con esta realidad comunal puesto que no se trata ni de una propiedad privada, ni pública. El reconocimiento de la extensa, variada y rica realidad comunal en España y su relación con la conservación y gestión sostenible de los recursos naturales es una de las prioridades de la Asociación Iniciativa Comunales http://www.icomunales.org/ de la cual también forma parte la Comunidad de Montes de Teis como explica Alfonso: “Nos acabamos de integrar en iComunales, donde también participan algunas entidades de custodia. De hecho fue en un seminario organizado en el CENEAM, en Valsaín, sobre las Áreas Conservadas por Comunidades Locales ICCASdonde tomamos contacto con la Plataforma de Custodia del Territorio”.
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El potencial de los comunales (montes, pastizales, riegos, caza, pesca, marisco, etc.) para afrontar algunos de los retos ambientales a los que nos enfrentamos puede ser enorme, solo en Galicia suman 700 mil ha terrestres. Parte de dicho potencial se puso de relieve en unas jornadas celebradas en Pontevedra “Montes vecinales: Gobernanza, cambio climático e incendios forestales” donde Alfonso tuvo la oportunidad de exponer la experiencia de Teis poniendo de relieve cómo las Comunidades de Montes en Mano Común pueden comportarse como polos de custodia del territorio contribuyendo más allá de su propiedad a la prevención de incendios y a la adaptación y lucha contra el cambio climático. En primer lugar, por incrementar la implicación social en el territorio y en segundo, al sustituir especies invasoras pirófitas por especies autóctonas menos propagadoras del fuego en terrenos privados colindantes que, de otra forma, estarían abandonados sin ningún tipo de gestión, una de las circunstancias relacionadas con muchos de los numerosos incendios sufridos en Galicia.
“La custodia del territorio es una herramienta que nos da la oportunidad de llevar nuestra filosofía más allá de los límites del bosque comunal, trabajando en la regeneración del bosque nativo y en la eliminación de especies invasoras en las tierras aledañas. La propia evolución del proceso nos ha llevado a la necesidad de emplear esta fórmula sin saber que ya contaba con un nombre específico y todo un movimiento detrás, para nosotros ha sido todo un descubrimiento”.
Cuando las áreas de bosque nativo empezaron a regenerar tras las acciones de la Comunidad se encontraron con el problema de que desde el borde exterior del comunal llegaba un incesante suministro de semillas de acacia negra, que impedían la consolidación de las masas autóctonas en recuperación, lo cual hacía imprescindible actuar más allá de los límites del bosque comunal para recuperar este. Cuando la Comunidad tuvo suficientes recursos financieros decidió comprar parcelas particulares estratégicas para el control de especies invasoras. Además, con el tiempo, a estas parcelas se les ha dado legalmente la consideración de bosque comunal.
No obstante Alfonso aclara que “la comunidad no dispone de los recursos financieros suficientes para comprar todas las parcelas necesarias en la zona de atenuación de invasoras, por ello se comenzó un proceso de negociación con los propietarios privados, que ha venido cristalizándose en acuerdos de custodia. La comunidad de montes, por su parte, se compromete a eliminar las especies invasoras y a sustituirlas por especies autóctonas y se hace cargo del mantenimiento anual de la plantación. Por otro lado el dueño no pierde ningún derecho sobre su tierra ni, obviamente, la condición de propietario, pero sí se compromete a no cortar los árboles plantados”.
En su mayor parte se trata de pequeñas fincas abandonadas, sin manejo ni mantenimiento que, gracias a estos acuerdos, el dueño ve mejorada su propiedad sin tener que realizar gasto alguno. Además se reduce el riesgo de incendios y, participa en un proyecto ambiental más amplio que también contribuye a reforzar la identificación local con el comunal y la conservación.
“Los consecuencias ambientales y sociales para la Comunidad de Montes de Teis son muy positivas también pero, además, ahora nos hemos visto muy reforzados en la utilización de esta vía gracias al asesoramiento y apoyo técnico de la Plataforma de Custodia del Territorio de la Fundación Biodiversidad. De hecho, ya nos hemos inscrito en el V Inventario de Iniciativas de custodia como entidad con nuestros acuerdos vigentes. A su vez estamos trabajando en nuevos acuerdos de otra naturaleza más compleja, relacionados con infraestructuras y las empresas que las han construido en nuestro monte comunal” afirma.
La Comunidad también está abordando la educación a través de la colaboración con diversas entidades, con las que establecen convenios para articular la educación y sensibilización ambiental con la integración social, lo cual también se corresponde con dinámicas de la custodia del territorio.
Alfonso desconoce “si hay otros casos de Comunidades de Montes en man común que guarden semejanza al nuestro, pero estamos seguros de alguna forma ajustada a cada ocasión podría replicarse en muchos otros lugares de Galicia. Para ello sería necesario hacer divulgación de la custodia del territorio en este colectivo, en ese sentido también nos hemos puesto en contacto con la Red Galega de Custodia do Territorio ” puntualiza
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